viernes, 25 de febrero de 2011

SOBRE CULTURA, LENGUAJE, DISEÑO Y OTRAS EXPRESIONES HUMANAS.

Los seres humanos, compartimos una serie de capacidades que le son propias y en gran medida nos definen como especie y que son la base, -en principio- de lo que llamamos humanidad. No obstante la inteligencia, la creatividad, la cultura, la tecnología y el lenguaje ( elementos necesarios en toda definición de Diseño) se erigen como consecuencias de dichas capacidades y no como causas fundamentales. En otras palabras, tanto la inteligencia, la creatividad y todas aquellas cualidades que reconocemos como humanas, son producto de, según Ayala(1995), tres elementos reconocibles que fueron desarrollándose  durante el largo proceso evolutivo[1] del cual el homo Sapiens Sapiens es resultado; es así como la de capacidad de anticipar las consecuencias de las acciones propias; la capacidad de hacer juicios de valor y  la capacidad de escoger entre cursos alternativos de acción, y su mutua y compleja interacción estimularon el surgimiento y desarrollo de todas aquellas cualidades mencionadas anteriormente.


1.     Según Ayala(1995) el anticipar las consecuencias de las acciones propias esta basada en la capacidad del cerebro que permite no solo memorizar, sino también coordinar, asociar y transformar información recogida del entorno y su experiencia, permitiendo generar modelos mentales virtuales de hechos o situaciones no presentes y así poder decidir o estar preparado para situaciones posibles en un futuro mediato; y agrega, …predecir no solo se limita a prever las posibles reacciones a situaciones del medio que lo rodea, sino también, y es la más importante, la de anticipar las consecuencias de acciones propias; es decir, predecir una situación que exige una iniciativa por parte del organismo. El anticipar consecuencias propias exige necesariamente él poder establecer relaciones entre un medio y un fin, en otras palabras, además de prever el futuro y de generar imágenes mentales utilizando la información que logra asociar y transformar, debe generar de manera consiente, la relación que le haga posible ver <<algo>> que le es útil para conseguir o lograr cierto objetivo o propósito.
2.     La capacidad de hacer juicios de valor se cimenta en la capacidad de abstracción, propia de los organismos de más alto nivel en la organización jerárquica; es decir, “la capacidad de percibir las acciones y los objetos como parte de categorías generales.”[2] Y poder así hacer comparaciones entre objetos y acciones entre sí con el objetivo de ver cualidades más destacables en unos que en otros.
3.     Una vez formadas las imágenes mentales y hechos los juicios de valor, el siguiente paso es elegir entre la variedad de posibilidades generadas, es decir, según Ayala(1995), escoger entre líneas de acción alternativas. Él poder elegir o decidir una opción entre varias esta condicionado a varios factores, el principal, es el que más, dadas las circunstancias y objetivos planteados, potencie alcanzar la meta trazada. Todo esto dependiente, una vez más, “de una inteligencia desarrollada que permita explorar líneas de acción alternativas y escoger una u otra a la vista de las consecuencias previstas.”[3]

Siguiendo esta lógica, el surgimiento de Cultura, Tecnología, Moralidad y Lenguaje  son producto de la articulación de esas tres capacidades generadas a partir de la constante interacción entre el medio y estos organismos,  y no de un súbito incremento de la capacidad cerebral.
De tal suerte que el surgimiento del Lenguaje puede  ser entendido como el proceso por el cual un organismo se da a entender a un igual y de cómo este le hace saber que efectivamente recibió y entendió la idea; todo esto previo a una serie de operaciones, transformaciones y asociaciones originales propias del emisor.
La cultura y la tecnología también tiene sus raíces en estos mismas capacidades, sobre todo en la capacidad de anticipar las consecuencias de las acciones propias. Quedo claro párrafos atrás, que para poner en practicas esta capacidad es fundamental establecer el vinculo entre los medios y los fines, y esto, según Ayala (1995), es la aptitud intelectual básica que ha permitido el desarrollo de la cultura y la tecnología humana.
El Diseño, como expresión humana también comparte ciertos elementos que le son comunes al surgimiento de estas capacidades, de hecho, para desarrollar cualquier acto creativo y/o de diseño, se hace necesario desarrollar no solo  complejas asociaciones entre la información del entorno y la recogida a través de la experiencia[4], sino también la generación, evaluación y retroalimentación de modelos virtuales(mentales, físicos o digitales) que permitan anticipar y preveer las reacciones y consecuencias de tanto los objetos o productos diseñados, como el de los mensajes implícitos y/o explícitos presentes en él.
Esto implica la generación y exploración de múltiples modelos y la constante abstracción de sus significados e inferencias para así poder escoger y decidir dado un contexto.
Por supuesto, todos estos procesos están mediados por los conocimientos, técnicas y estrategias propias del área, y algunas importantes consideraciones sobre fabricación, responsabilidad social y estética,  interpretación del mercado y significancia cultural.

Llama fuertemente la atención que dentro de las muchas características utilizadas para describir y explicar el acto de diseño, muchas de ellas son inherentes a la especie humana, no obstante, sabemos por experiencia que no cualquier persona posee esas habilidades y capacidades suficientemente desarrolladas que le permitan actuar en consonancia. Que hace la diferencia entonces?
Si bien es cierto el dominio de los conceptos, técnicas y procedimientos propias del área de Diseño son importantes, no lo son del todo fundamentales; existen gran cantidad de ideas, expresiones, productos, objetos y teoría del diseño realizada por personas que no tuvieron una formación propiamente en diseño.
Quizá la respuesta al acto de Diseño dependa mas de la calidad y complejidad de las conexiones significantes realizadas de modo conciente y proyectivo[5] entre múltiples elementos de variadas naturalezas, que al seguimiento de estrategias, protocolos y modelos que con mayor o menor grado estereotipan[6] las respuestas o interpretaciones del diseñador.
Es decir, el acto de diseño dependería en gran medida de un máximo~mínimo de complejidad entre las asociaciones y conexiones aplicadas para generar un nuevo significado; y no de ciertas técnicas y estrategias, que mecanizan el proceso creativo y de diseño.
Por ende, el que hacer pedagógico de la escuela aplicado al Diseño debería concentrarse en identificar, desarrollar y proyectar todas aquellas habilidades que le permitan al estudiante generar sensibilidad, abstracción y criticidad.
Es claro entonces, el roll del alumno en las escuela de diseño; este debe pasar de un estado pasivo y dependiente a uno proactivo y de constante construcción de si mismo, pues es él en últimas, quien debe procurar que sus procesos de pensamiento, análisis, exploración y comunicación estén en constante evolución y perfeccionamiento, generando de este modo un estilo autentico y definible.


[1] Entendido como el conjunto de presiones selectivas, derivas genéticas, mutaciones y migraciones que modelan los procesos adaptativos de cualquier organismo vivo.
[2] Ayala F. “La Base Biológica de la Moralidad.” Rev: Investigación y Ciencia. Vol. IV No: 2. 1995. Pg:58
[3] Idem. Pg.59
[4] Entendida no solo como el cumulo de viviencias personales y/o profesionales del disenador; sino el conocimiento e historia acumulada del hombre como especie.
[5] Sin menospreciar la importancia que meren las de origen inconciente o producto de otros estimulos.
[6] Entendido en los terminos de P. Parini “Los Recorridos de la Mirada.” Edit Paidos. 2002. Pg 239.

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